A pocos días de la partida del Santo Padre, un singular episodio, con ribetes místicos, conmueve al barrio: la imagen de la Virgen apareció milagrosamente sobre una foto del Papa Francisco ubicada en un extremo del altar de la parroquia Luján de los Patriotas (ver foto). El hecho extraordinario sacude el corazón de la comunidad local y muchos ya se atreven a asegurar que se trata de una señal divina.

Un hecho conmovedor ocurrió esta semana en la parroquia Nuestra Señora de Luján de los Patriotas, de Emilio Castro y Carhué, cuando un grupo de niños y docentes de Jardín de infantes del instituto lindero homónimo participaba de una celebración religiosa. El miércoles por la tarde, entre cantos y oraciones, los pequeños ingresaron al templo junto a sus docentes sin saber que serían testigos de algo que muchos ya se atreven a denominar “una manifestación celestial”.

Mientras se preparaban para compartir una ceremonia en honor al Papa Francisco, fallecido hacía apenas unas horas, las docentes notaron algo impactante: en una fotografía del Santo Padre ubicada hacia uno de los laterales del altar mayor, junto a la pila bautismal, aparecía reflejada de manera muy clara la imagen de la Virgen de Luján, más precisamente aquella que se encuentra en la roseta del vitral central del altar, símbolo de devoción y guía espiritual de la comunidad parroquial. Lo curioso es que, según los presentes, el ángulo del cuadro no coincide de forma directa con el vitral, lo que hace aún más sorprendente la aparición del reflejo.

Las docentes, profundamente conmovidas por lo que estaban viendo, no dudaron en capturar la imagen con sus teléfonos celulares. “Nos quedamos heladas, fue impresionante. No lo podíamos creer”, contó una de ellas. “No es que alguien puso el cuadro ahí a propósito -aclaró-. Estaba puesto ahí desde el lunes, cuando nos enteramos de la partida de Francisco, y de repente apareció esa imagen, justo en el centro del pecho, como si le brotara desde el corazón”.

El hecho fue rápidamente compartido y viralizado en redes sociales, tanto por los presentes como por la cuenta oficial de la parroquia, y no tardó en generar estupor y comentarios entre los vecinos y feligreses. Muchos lo interpretaron como una señal en medio de los días de reflexión y recogimiento que acompañan a la Semana Santa, sumado a la repentina partida del Papa Francisco. “Esto no se ve todos los días. Creemos que fue un gesto de la Virgen para recordarnos que Francisco sigue estando con nosotros”, sostuvo, emocionado, un vecino de la parroquia.

En un barrio donde la fe y la tradición caminan juntas por la calle, este episodio fue vivido como una señal, un milagro cotidiano que tocó el alma de todos. Porque en este rincón del sudoeste porteño, el legado de Francisco aún late con fuerza en el corazón del pueblo.

Por Cemba