La letrada linierense Roxana Roldán explicó las trabas con las que deben lidiar a diario las mujeres que ejercen esta profesión en el distrito porteño.

“La Justicia es femenina, aunque se vista con pantalón sastre”, comienza diciendo la Dra. Roxana Roldán, en diálogo con Cosas de Barrio, y asegura que utiliza y practica esa frase como un yogui y su mantra. A partir de su experiencia y las dificultades que enfrenta a diario como letrada mujer, dirige la Asociación Abogadas del Fuero (ADF). La ADF es una agrupación joven, creada el 9 de junio de 2023, como un desprendimiento de otra entidad sin fines de lucro, la Asociación Abogados del Fuero, creada en plena pandemia. “Surgió como un grupo empático y solidario que ayudaba a sus pares ante una realidad caótica y por demás confusa, en la que no se podía acceder a los tribunales y la Justicia se canalizaba a través de la virtualidad”, explica la vecina de Liniers.

– ¿Y cuál es actualmente la finalidad de esta asociación?

– La nuestra es una profesión muy solitaria y estas agrupaciones hacen que seamos solidarios y nos ayudemos entre colegas. En honor a la verdad, una de las precursoras de esta asociación fue la Dra. Patricia Trotta, por entonces vicepresidenta del Colegio Público de Abogados de la Ciudad. Ella fue una adelantada en virtud de los tiempos que corren. La finalidad del grupo es compartir conocimientos y experiencia, y brindar apoyo profesional al abogado litigante. Fomentar el diálogo, el intercambio de información y el fortalecimiento de nuestra comunidad. Básicamente tener voz.

El Colegio Público de Abogados de la Capital Federal es una institución que representa a quienes ejercen la profesión en la Ciudad, tiene a su cargo el gobierno y control de la matricula -requisito indispensable para ejercer profesionalmente- defiende los intereses de los abogados y garantiza el libre ejercicio de la profesión. Actualmente lo preside el Dr. Ricardo Gil Lavedra.

– ¿Crees que nuestro sistema judicial es un patriarcado, es machista?

Absolutamente, hoy en la Corte Suprema, el organismo más representativo del Poder Judicial, no hay una mujer, no se nos tiene en cuenta. Modificar esta situación es uno de los objetivos principales del grupo. Hay excepciones porque tenemos juezas de primera instancia, pero desde siempre fue muy difícil ocupar cargos de relevancia para las mujeres abogadas. Es más, el Colegio siempre ha sido presidido por hombres. Y la nueva comisión se ocupa de que esta situación no se modifique.

-: ¿Recordás alguna situación puntual que ejemplifique esa discriminación?

– Sin ir más lejos, el Colegio brindaba un servicio esencial: el jardín maternal para las mamás abogadas, pero a fines del año pasado se cerró. Una medida injusta tomada por un organismo social que no tenía facultades estatutarias para hacerlo, y el argumento fue la existencia de un supuesto déficit operativo. Pero en lugar de disminuir el gasto decidieron cerrarlo, dejando un montón de personas sin trabajo, no sólo a las mamás abogadas que vieron reducida su capacidad laboral, sino a maestras auxiliares, cocineras y el resto del personal qué se desempeñaba en la guardería. No obstante, no hace mucho se presentó en comisión un proyecto para embellecer un espacio de los profesionales con un gasto de 20 mil dólares…

Roldán se refiere también a otro tema que limita el accionar de las mujeres abogadas en el ejercicio de su profesión: las licencias por maternidad. “Nosotras, que vivimos tras los vencimientos –argumenta- nos piden que tengamos en cuenta una fecha probable de parto y, si se adelanta o se atrasa, que tus casos los lleve, si puede y si también es abogado, tu marido. Mi esposo, por ejemplo, no es abogado y no puede apoyarme profesionalmente. No se tiene en cuenta que para obtener el título hubo mucho sacrificio detrás, y que los clientes confían en nuestro criterio”.

Todo parece estar enmarcado en una gran contradicción. Aunque la imagen universal de la Justicia es la de una mujer, las abogadas parecen ser víctimas de una batalla cultural arcaica. El trato que se le da a la figura del femicidio tal vez sea la imagen más acabada. “En el Colegio es un tema que no se profundiza ni se trata. Muchos se escudan dando cursos de violencia doméstica, pero no registran que, en promedio, en el país ocurre un femicidio cada 26 horas”, explica Roldán, y luego agrega “mucho no se puede esperar de un oficialismo que para lograr la mayoría convocó a abogados ortodoxos de la vieja escuela, que no consideran a nuestro género apto para ejercer la profesión”.

Según las estadísticas, entre junio de 2015 y enero de 2025, entre femicidios y femicidios vinculados, se registraron un total de 2.745 casos.

– ¿Como grupo qué medidas toman ante esta realidad?

– Difundir, hacerlo visible. Debo serte sincera, yo cuando arranqué no sabía de la existencia del Colegio, sabía que tenía que matricularme para poder trabajar. El Colegio de Abogados debería representarnos y apoyarnos a todos por igual, no censurar a los que piensan distinto. El Colegio tiene muchas comisiones y se dictan cursos para los profesionales noveles, cuando te recibís y no tenés un familiar o alguien conocido en la profesión, no sabés por dónde empezar, cómo conseguir tu primer cliente, cómo redactar una demanda, una carta documento, qué y cuánto cobrar. Todo es una gran incertidumbre. En mi caso, yo estoy en la Comisión de Madrinazgo, que se ocupa de eso, de ayudar a los que recién se inician para que tengan las mismas posibilidades.

En ese sentido, la Dra. Roldán subraya que es indispensable la participación. “Es muy triste que la casa que debería representarte y cuidarte –sostiene- se ocupe de ningunearte o silenciarte porque opinás distinto. Incluso hay colegas que no se atreven a denunciar casos de acoso porque temen ser señaladas. Por eso tenemos que unirnos como abogados y construir para el futuro, por las y los nuevos profesionales que recién se inician en la profesión y necesitan ayuda. Para eso está nuestra asociación”.

Tal vez el caso más visible sea el de la jueza Karina Andrade que, tras la tumultuosa manifestación de jubilados del 12 de marzo último, amparada por la Constitución Nacional liberó a 114 personas que habían sido detenidas en forma irregular. “Al día siguiente fue expuesta y ninguneada por las autoridades nacionales, y nosotras hicimos público nuestro apoyo y repudio, aunque el Colegio se mantuvo en silencio”, recuerda Roldán, y agrega que “nosotros no tenemos un sindicato, no tenemos quien nos defienda si el Colegio no toma la iniciativa. Aunque como asociación somos apartidarias, militamos por nuestros derechos que están respaldados por nuestras obligaciones y el desempeño como abogadas”.

La abogada linierense está convencida de que la realidad puede y debe cambiar. “Con nuestro voto tenemos que sembrar la semilla del compromiso –enfatiza-, para empatizar con las distintas problemáticas, ir contra las injusticias de nuestra profesión, contra el acoso, el ninguneo y los bajos honorarios a los que estamos destinadas, sólo por nuestra condición de mujer”.

Para Roldán, el Derecho es una vocación de servicio. “Algo que aprendí en los primeros años de ejercicio –remarca- es que los expedientes no son un número. tienen un nombre. Y cuando logramos establecer esa conexión estamos defendiendo los derechos y la causa de una persona que está en situación de vulnerabilidad”. A partir de esa premisa, y considerando los obstáculos que se les presentan en el ejercicio diario de la profesión, la entidad está próxima a lanzar el Primer Encuentro Zoom, denominado “Mujeres que inspiran”, que se desarrollará el lunes 12 de mayo a las 18. Allí disertarán profesionales de la talla de las doctoras Patricia Trotta, Lucia Spagnolo, María Agustina Elías y Virginia Mathieu Renom, cuyas experiencias serán de suma utilidad para muchas de sus colegas de todo el país.

– ¿Cómo te gustaría cerrar esta nota?

– Primero remarcando la necesidad de involucrarse y comprometerse, porque nadie se salva solo. Y si me permitís quisiera compartir un párrafo de la Asociación que me encanta: “Somos el escudo de los más vulnerables, la voz de los que no pueden hablar, la resistencia ante los atropellos. y no nos vamos a detener. Somos el grupo más solidario y nunca nos rendiremos”. Mil gracias al periódico Cosas de Barrio por permitirme difundir esta realidad que nos incumbe a todos, y quien quiera conocer más detalles de nuestra tarea, no tiene más que ingresar al sitio www.abogadosdelfuero.org.ar/asociados.

Alejandra Torrecilla