En el cierre de la fase de grupos de la Copa Libertadores, Vélez igualó sin goles ante Peñarol en el Estadio Campeón del Siglo y aseguró su lugar como líder del Grupo H. En un duelo intenso pero trabado, el Fortín se llevó lo que fue a buscar: la cima de su zona y el pase a octavos como cabeza de serie.
El equipo dirigido por Guillermo Barros Schelotto supo resistir en un terreno hostil, aunque sin público en las gradas. El arranque del partido tuvo a Peñarol como protagonista. Durante los primeros veinte minutos, el conjunto uruguayo mostró mayor decisión, generó tres ocasiones claras y puso en aprietos al arquero Tomás Marchiori. Con Leo Fernández como conductor y estandarte, los locales buscaron abrir el marcador ante un Vélez que tardó en asentarse.
Pero a medida que el primer tiempo avanzaba, el Fortín empezó a tomar protagonismo a través de la tenencia de la pelota, aunque sin lograr profundidad. La polémica de la noche llegó a los 26 minutos, cuando Francisco Pizzini fue derribado por Leonardo Coelho cuando se iba mano a mano frente al arco. Todo Vélez reclamó la expulsión por último recurso, pero el árbitro apenas mostró la amarilla, generando protestas encendidas desde el banco visitante.
En el complemento, el encuentro ganó en dinámica, pero siguió careciendo de claridad en las áreas. Peñarol, obligado a ganar para aspirar al primer puesto, se adelantó en el campo y volvió a cargar sus ilusiones en los pies de Fernández. Sin embargo, el empuje local no alcanzó. Vélez se mantuvo ordenado, priorizando la seguridad defensiva y controlando el ritmo del partido, incluso con pocas llegadas propias.
Con el empate, ambos equipos cerraron la fase con 11 puntos, pero la diferencia de gol favoreció al conjunto argentino, que se quedó con el liderazgo del grupo. Peñarol también avanzó a los octavos de final, mientras que San José Bulo Bulo, tercero, continuará su camino en la Copa Sudamericana.
Vélez se llevó de Montevideo un punto que vale mucho más. En un partido cerrado, supo jugar con el resultado y consiguió un objetivo clave: clasificar primero para evitar rivales más duros en la próxima ronda, y definir la serie como local, con su gente. Con trabajo, personalidad y una idea clara, el Fortín cumplió su primer objetivo copero. Ahora, a esperar rival y, porqué no, a seguir soñando.
Agustina Guadagno